Julio
nació en Madrid y, tras pasar su infancia en
Murcia, vino a Barcelona para estudiar magisterio. Aquí conoció a la
mujer con la que se casó y tuvo dos hijos que le han regalado cuatro nietos.
Trabajó
como profesor en Barcelona y en Barberá del Vallés, ciudad esta última donde
reside desde hace 20 años.
De su
profesión conserva entre otras cosas la afición por los minerales, que
colecciona desde que impartía clases de ciencias naturales en E.G.B..
También es
aficionado a la fotografía, a la que considera un arte complementario de la
pintura, y le apasionan los árboles como tema de esta otra faceta artística.
Es un amante de la naturaleza, de la música clásica y de
disfrutar de las cosas sencillas de la vida.
Inicio la entrevista preguntándole por una frase, cita o consejo
que tenga siempre presente y me cita este proverbio chino: Si un problema tiene
solución, no hace falta preocuparse. Si no tiene solución, preocuparse no sirve
de nada.
¿Por qué pintas?
Necesito pintar. Siempre lo he necesitado. Me llena, me relaja,
me permite ausentarme de la realidad que me rodea mientras lo hago, me hace
apreciar la belleza que hay en todas partes, en el cielo, en los grandes
paisajes, en el agua, en los objetos más simples, en un rincón cualquiera, en
una fruta, en una flor, en un tejado....
¿Cuándo empezaste a pintar?
Decía mi padre que he heredado de mi abuelo muchas de sus
virtudes y habilidades, aunque, desgraciadamente, murió cuando yo tenía cinco
años. La fotografía, el dibujo y la pintura han estado presentes en mi vida
desde que era un niño. Mi primera cámara la adquirí a los quince años y con esa
edad pinté mi primer óleo.
¿Quiénes han sido tus maestros?
Soy autodidacta desde los primeros momentos por lo que han sido
muchos pintores mis maestros, ya sea copiando uno de sus cuadros o
disfrutando de ellos en los museos. De estilos y movimientos diferentes la
lista puede ser muy larga: Corot, Millet, Pissaro, el Greco, van Deermer, Ramón
Casas, Santiago Rusiñol, Isabel Quintanilla, Kandinsky, Mark Frank,.... En general, desde del pintor más conocido como desde aquel que
descubres en una galería o una exposición, puedo aprender y aprendo pues bien
sea el tratamiento del color, la pincelada, el motivo o el estilo con el que
ejecutan sus trabajos, en su conjunto es el mejor de los manuales del buen
pintor y no siguiendo a ninguno en particular he podido encontrar mi camino.
¿Has expuesto anteriormente tus
obras?
Mis trabajos no han salido de casa salvo en un par de ocasiones
y uno solo en cada caso con motivo de las exposiciones colectivas de Barberà
Art dirigidas a aficionados o profesionales de esta población y mayores de 60
años. Solo los han visto mis familiares y amigos. Es gracias a esta iniciativa
vuestra que por primera vez puedo mostrar algunos de ellos a quien desee y
tenga la ocasión de acercarse a verlos.
¿Qué
técnicas has utilizado y con cual te sientes más cómodo?
He realizado algunos trabajos con acuarela y otros con acrílico,
pero donde realmente me siento cómodo es con el óleo y es con este material con
el que pinto habitualmente.
¿Qué marca de pinturas utilizas?
Titán y Mir son las marcas de óleo que utilizo habitualmente.
¿Qué
tipos de pinceles utilizas? ¿Usas muchos o trabajas sólo con unos pocos?
Pinceles según lo que me pide la pintura, pero preferentemente planos,
excepto para los detalles que suelen ser redondos y de números muy bajos. Aunque tengo bastante cantidad, suelo trabajar con unos pocos.
¿Cómo escoges los temas?
Tengo una carpeta en el ordenador con todos los trabajos que me
gustaría realizar y voy eligiéndolos no sin antes haber reflexionado bastante,
pues soy bastante indeciso.
¿Cuál
es tu método? Y ¿cómo decides que un cuadro está acabado?
Le doy mucha importancia al dibujo e inicio la pintura con
bastante más que un esbozo. Una vez que estoy satisfecho doy una primera capa
de pintura, bastante diluida y que me permite ver en qué se va a convertir mi cuadro tras
bastantes sesiones de trabajo. Empiezo pintando el fondo o lo más lejano, sin
precisar demasiado y continuo con el resto hasta completar una segunda capa;
luego una tercera más detallada y en las siguientes sesiones correcciones,
mejoras y detalles, detalles y más detalles hasta que creo que debería dejarlo
y darlo por acabado. Tras firmarlo ya no lo vuelvo a tocar aunque la tentación
de hacerlo me persigue constantemente.
¿Qué tipo de paleta usas? ¿la mantienes
limpia o dejas que se acumule en ella la pintura?
Me gusta de madera y siempre limpio la paleta al finalizar la sesión.
Como me sabe mal desperdiciar pintura, con los restos suelo pintar algo en la
misma y después la dejo lista para la siguiente sesión. En ocasiones fotografío
lo que he pintado y algún amigo, al verlo, me ha dicho que debería haberlo
conservado o pintado en una tela nueva.
¿Con cuántos colores pintas y cuáles son los
que no pueden faltar?
Me gusta mezclar y casi nunca utilizo uno puro. Azul de Prusia y cobalto,
sombra tostada y siena, ocre amarillo, amarillo cadmio, rojo cadmio y blanco
siempre los tengo. Los considero básicos.
Rojo Ingles, naranja de cadmio, verde esmeralda, azul ultramar y algunos
otros me permiten mucho juego y también los utilizo. El blanco siempre aunque
nunca sin mezclar y el negro en muy pocas ocasiones.
¿Qué médium usas? ¿Barnizas los cuadros?
Como médium mezclo trementina y aceite de linaza en proporciones variables
según la capa que estoy realizando. Los últimos toques solo con aceite de linaza
Antes no solía barnizar mis cuadros, pero soy consciente que el hacerlo les
da un buen acabado y que iguala la superficie. Últimamente sí que lo hago, pero
suele ser bastante tiempo después de haber acabado el trabajo. Confieso que
siempre me da cierta pereza.
¿Tienes algún ritual para pintar, música, una
copa, silencio…?
La música, clásica, jazz o relajante es mi mejor amiga para
pintar. A veces muevo el pincel a su ritmo y es algo que todo el mundo debería
experimentar.
¿En qué momentos o qué días pintas?
Durante cuarenta años he pintado mucho menos de lo que hubiera
deseado, uno o dos oleos al año, como máximo, normalmente en vacaciones de
verano que era cuando disponía de tiempo. Me gusta pintar con calma, sin prisas
e intentar quedar satisfecho con el trabajo realizado, cosa que casi nunca
sucede y que me lleva a mejorar. Desde mi jubilación, hace ya ocho o nueve
años, he pintado mucho más, algún año hasta ocho trabajos.
¿Qué quieres lograr con tu
pintura?
Admiro al artista que logra hacer dudar si su cuadro es una
fotografía o una pintura y a aquel otro que deja claro que el suyo es una
pintura aunque casi parezca una foto. Yo persigo este último camino.
No pretendo ser famoso ni vender mis cuadros. Mi premio es la
satisfacción personal de haberlos realizado y que sean apreciados por las
personas que me rodean, familiares y amigos y aquellos que un día fueron mis
alumnos y que siempre llevo en mi corazón.